domingo, diciembre 30

Inevitable.

17 de octubre del 2012

Lo mío procede desde adentro más allá de lo concreto, es algo invisible e intangible al igual que inexplicable, a veces es confuso lo que intento expresar y se puede malinterpretar. No me gustaría perderle, claro el sentido de lo eterno no existe pero si la eternidad solo es posible una vez espero que me la concedan a su lado. No es nada romántico pero aún así el encanto viene guardado detrás de las frases más dolorosas que proceden de su boca.
¿Por qué el sentimiento más sincero es el mismo que más escondemos? ¿Acaso es un pecado siquiera pensar en ello? ¿Dónde esta el castigo de ser presa de aquel fastidio? ¡Ya recuerdo! Se encuentra en la tortura de no ser correspondido o tal vez en el misterio de no saber si existe ese mismo dolor en ese individuo que es tu verdugo y tu alivio. Son palabras fuertes las que se pronuncian en silencio con miradas y caricias intimidadas, querer tocar y morir de miedo al hacerlo, es un infierno el paraíso donde estoy viviendo, teniendo cerca a esa persona negando todo y afirmando que todo esta muerto cuando dentro de ambos el sentimiento apenas esta naciendo.


Solo son memorias de lo que un día ocurrió.
Tengo una pequeña luciérnaga que empieza a iluminar mis días deberían leerla. 

viernes, diciembre 28

Volar, caer, destruir.

15 de octubre del 2012
Volar... 
Volar alto y caer, caer de lo alto sobre un asfalto frío y duro. Su cuerpo frágil y de cristal estallo en partículas diminutas y casi invisibles perdiéndose en la inmensidad de la vida, de la existencia universal donde todo es un gran nada lleno de tanto y tan vació de mucho, donde todos formamos parte de algo que se convierte en un todo, pero solos somos simplemente materia procesada y evolucionada.
¿Cuál sería el sentido de la existencia? Si estamos esparcidos por ahí entre millones de cromosomas, celulas, bacterias, microorganismos y demás. ¿Vivimos para encontrar un final o el final nos tiene ya reservados? ¿Qué tan cierto es que exista una razón divina por la cual estemos aquí? Cuantos miles de años tiene la vida y aún no todos los seres inteligentes descubren el porque de la existencia o si lo tienen aún divagan en su teoría.




A veces me pierdo escribiendo lo que mi cerebro suelta, no llego a nada concreto, alguna verdad universal, no traten de entender lo que digo porque probablemente ni yo misma lo entiendo.
A pocos días de cerrar el año, quiero agradecer a todos aquellos que me leen y comprenden, que me hacen sentir acompañada en mi dolor, tristeza o felicidad. Gracias a todos ustedes, extraño a los que se fueron, me alegro por los que llegaron y espero por los que vendrán. A todos un fuerte abrazo y feliz año nuevo.

martes, diciembre 25

En tus brazos soñé.

9 de octubre del 2012
Mi cumpleaños, 19 largos años de tantas cosas. Fue el día más especial de mi vida, realmente fue inolvidable, tan único como ningún otro. 
19 años tarde en encontrar un chico como él, tonto, infantil, a veces frío, cortante, sincero tal vez en extremo, interesante, cálido e infinidad de cosas que podría mencionar sobre él. 
Como acontecen los festejos normalmente mucha gente me felicito, pero yo moría de ansias por recibir una sola felicitación, aquella que me sacaría la más grande de todas mis sonrisas y cuando por fin sucedió, sentí como si todo hubiera valido la pena, esas lagrimas que derrame, los días que espere, los corajes que aguante, las patrañas que escuche, absolutamente todo. 
Aquel regalo y aquellas palabras fueron suficientes para causar una revolución dentro de mi, una batalla entre querer y odiar, aquel abrazo sincero y eterno, sentir sus manos alrededor de mi cuerpo apretando de esa manera con la que quería comunicar que me necesitaba a su lado tanto como yo. Esa noche cambio todo, cada que abría los ojos y lo encontraba a mi lado era una explosión de alegría, una sonrisa que se dibujaba en mi rostro acompañada de nerviosismo por no saber que hacer, verlo dormir frente a mi sujetando mi espalda con sus manos suaves, sus labios a centímetros de los míos, su respiración tranquila y yo agitada, tenerlo tan cerca sin poder besarle, mis labios sentían el calor de los suyos, fue como la fuerza de un imán que atrae al otro y en un instante fugaz las respiraciones se volvieron una sola, el calor de sus labios contagiaba los míos, mi cuerpo se estremecía y mi cerebro no registraba ninguna información que no fuera ese momento, abrió sus ojos  y en cuanto me miro tan cerca de él alejo su cara de la mía mientras yo volteaba para que su mirada no descubriera la emoción que denotaban mis ojos, con sus manos tomo mi cabeza girándola hacía él, sus ojos brillaban anunciando felicidad, tal vez inconscientemente él esperaba que hiciera eso, su boca solo se abrió para preguntar;
-¿Pasó lo que creo que pasó? 
No sabía que decir me daba miedo que terminara todo, que sus manos dejaran de fundirse en mi piel...
-¡No! 
No sabía que más decir y en ese momento voltee mi rostro de nuevo, apreté los ojos fuertemente tratando de retener la imagen de sus labios junto a los míos, tomar una foto con la memoria de aquel momento tan breve en el que mi mundo se detuvo por unos segundos. Sus manos acariciaban mi espalda intentando tranquilizarme haciéndome saber que no estaba molesto, voltee a verlo y puse mi cara junto a la suya, sus manos me acercaban a él y a centímetros de volver a besarle mencione:


Fue un sueño, un hermoso sueño...



miércoles, diciembre 19

Pretendiendo olvidarle...


11:30, 3 de octubre del 2012 
Que complicado es esto, te extraño y me haces falta, ni siquiera sé porque...
Odio tus ojos, odio tu voz, odio tus caricias, pero más me odio a mi por no poder odiarte.
¿Cómo saber que fue verdad y que fue mentira?.
Mi mente no puede analizar claramente todo, se encuentra en esa pelea en la que la dejaste, entre ser y no ser pero de una manera más moderna.
Cuando estoy apunto de buscarte recuerdo que tú ya no tienes interés y que tal vez nunca lo tuviste...
¿Por qué estoy tan confundida "su nombre"?
¿Por qué no fuiste más claro con lo que hacías?, ¿por qué no fuimos más sinceros?...
Te odio...
Te odio tanto, ¿Por qué aún estando lejos tengo que seguirte pensando?...
Necesito verte, esa necesidad de tenerte cerca me esta matando y me mata más el hecho de tener que fingir que no siento nada por ti, cuando la verdad es que te extraño tanto...




De todos modos tengo que seguir siendo fuerte y en poco tiempo te olvidaré...

martes, diciembre 18

Termino la rutina.

No puedo olvidarte.
La verdad es que pensé que sería más sencillo, pero no, el no verte no ayuda a olvidarte si no a extrañarte, pero lo que de verdad me pone a pensar es el querer saber si tú me extrañaras, si tan solo pensarás en mi en algún momento del día, a veces lo dudo pues es ilógico creerlo.
¿Sabes? Te necesito, no porque no pueda vivir sin ti, si no porque tu presencia se volvió algo un poco vital para mis días, tu estúpida mirada que me hablaba a escondidas, tu voz misteriosa, tus tonterías, tus equivocaciones, tus platicas, tus mentiras; sutiles pero mentiras, en fin, haces falta por aquí.
Probablemente pronto me olvides y dejes de ponerte nervioso cuando estemos solos o tu mirada se deje de iluminar cada que se encuentre con la mía, sí, eso pasará estoy segura. Pero gracias, por lo que haces e hiciste por mi...

Lo que odio de ti.

Odio como me hablas
odio tu forma de mirar
odio tu corte de cabello
y lo que llegue a sentir.
Odio tus espantosos zapatos
y que me conozcas bien
te odio hasta vomitar
¡que bien va a rimar!.
Odio que sepas pensar
y que me hagas reír.
Odio que me hagas sufrir
y odio que me hagas llorar.
Odio tanto estar sola, que no hayas llamado aún
pero más odio que no te pueda odiar
ni aunque estés tan loco
ni siquiera un poco lo he de intentar.

viernes, diciembre 14

Tormentas de arena.

A veces pienso a donde he llegado, que caminos he tomado, cuales decisiones me trajeron aquí, si tal vez hubiera dejado de ser tan sensible por dentro nunca hubiera acabado escribiendo ni mucho menos esperando que alguien se acercara a mi para entender lo que pasa...
He sentido varias veces esto, esas ganas de llorar que se convierten en tragos de saliva y miradas al cielo intentando no derramar lagrimas otra vez, mientras de fondo se escucha la música que me recuerda mi realidad en donde no se encuentra "él". Suelo ser tan fatalista y deprimente cuando me encuentro así, la sonrisa se borra y solo quedo yo, quizás esta sea mi verdadera personalidad la que trato de ocultar con risas y apariencias de felicidad absoluta. Sí, hoy acepto que me hace falta tomar de la mano de alguien y sentir que siempre estará ahí aunque probablemente en el futuro se harte de mi y de mis manías de estar con él hasta que el mundo se acabe.
Me encantaría sentirlo conmigo cada que una tormenta ataque mi pequeño mundo, escuchar su voz, sentir su cuerpo junto al mio expresando sin palabras que no debo temerle a nada cuando él este cerca. Es estúpido pensar que puedo perderle cuando aún no lo tengo, pero estoy segura que no soy fácil de soportar, tengo cambios de humor más radicales que el clima en febrero.

Te extraño...

Te extraño cuando el sol renace y la luna muere. 
Horas de soledad me esperan y en ellas tengo que soportar tu ausencia. 
Después cuando la luna resucita y el sol cae poco a poco hasta que desaparece dejando entrar la obscuridad por mi ventana, espero soñar contigo pero las horas pasan y ni en sueños te encuentro. 
Por la mañana vuelvo a pensar en ti, bajo el mismo cielo vemos la misma luna y el 
mismo sol, tan unidos pero tan separados entre una multitud que pasa sin observar que lo sencillo de la vida se encuentra lo majestuoso, entes que muertos en vida disimulan alegrías.
Extraño esos ojos de mirada intensa, tus labios de sonrisa entrecortada que van sellados sin poder relatar secretos que deberías confesar.
Los dos bajo el mismo cielo, el mismo planeta, al mismo tiempo tan cerca y tan lejos.