viernes, marzo 15

Werther...

Querido Werther:
Hoy termino de leerte, hoy cierro esas páginas que por días me llevaron a imaginar y me hicieron escapar de la realidad.
Tu vida, narrada en esas cartas que escribiste sin pensar que en un futuro llegarían a ser expuestas de tal manera, que con ello quedarías al descubierto, que tu intimidad sería violada y que el secreto a voces de ese amor tan colosal que sentías por la bella de Carlota viviría ahora en cada uno de nosotros que hemos sido parte de ello; esa vida tan gloriosa que llevaste por mucho tiempo y después ese tormento en el que te viste envuelto hasta el final de tus días me ha dejado con el alma encogida. Cómo podría detallar la profunda comprensión que sentí hacía ti, hacía tu incalculable pesadumbre, lo claro que fue ante mi todo tu dolor, el hecho de poder reconocerme en cada palabra agonizante, sentir tu historia como propia y experimentar a través de ella cada uno de los sentimientos que padeciste día a día, esa tortura que te imponías al permanecer cerca de Carlota sabiendo que jamás sería tuya, esa agonía en la que te sujetaba el ritmo de la vida, misma que en algún momento te permitió el regocijo mas grandioso que podría tener un hombre. Al termino de tu miserable existencia dejaste huella en vidas ajenas, que décadas después se siguen postrando a tus pies.
Hoy concluye la interpretación de tus palabras que han quedado marcadas en mi alma.

2 comentarios:

  1. Hay una canción que dice: "algo se muere en el alma cuando un amigo se va". Pues con los libros es algo parecido, ¿no? ;-)

    Beso.

    atlantis2050.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. Muy interesante, me dejaste con la boca abierta.
    Creo que hay muchas esencias que transmiten los libros, muchas historias que nos dejan huella porque sentimos en carne propia lo que el personaje en cada caída, en cada golpe que le da la vida.

    Saludos, amiga.

    ResponderEliminar